La necesidad de apoyar y escuchar a nuestros hijos e hijas en pandemia

El contexto actual, iniciado hace más de un año, ha traído consigo emociones que resultan incómodas y que cultural e históricamente han sido consideradas como negativas: ansiedad, miedo, estrés, angustia, etc. Así como es importante entender que las emociones no son ni buenas ni malas, sino que simplemente son, también es preciso atenderlas. Si para los adultos resulta a veces complejo este ejercicio, para los niños y niñas es imposible sin una guía.

Lo primero que se debe considerar es la necesidad de mantenerse tranquilos y proactivos. En ese sentido, nuestros hijos e hijas no pueden ser ajenos a lo que está pasando y deben comprender la importancia del autocuidado. Escuchar sus temores respecto a la pandemia, mas no abordarlos de forma catastrófica; permitirlos sentir sus emociones sin catalogarlas de negativas o positivas. Tampoco forzarlos a evitar las sensaciones más fastidiosas, sino que invitarlos a observarlas sin juicio y dejar que pasen; cada uno tiene sus tiempos.

También es primordial establecer una rutina. Según la dra. Lisa Damour, especialista en psicología de la adolescencia y columnista del New York Times, "los niños necesitan una estructura. Indiscutiblemente. Y lo que tenemos que hacer, sin demora, es crear estructuras totalmente nuevas para todos nosotros durante estos días. Recomiendo firmemente que los padres elaboren un programa diario que incluya ratos para el juego y el esparcimiento –durante los cuales los niños pueden hablar por teléfono y conectarse con sus amigos–, además de tiempo libre de tecnología y tiempo para ayudar en la casa. Debemos pensar en lo que valoramos y necesitamos, y crear una estructura que lo refleje. Para nuestros niños será un gran alivio poder predecir lo que ocurrirá cada día y saber cuándo deben trabajar y cuándo pueden jugar".

Otro aspecto importante es revisar qué están oyendo, las fake news abundan desde antes de la pandemia y a veces crean realidades hostiles para quiénes se informan de ellas. Asimismo, se les debe permitir cierta "libertad de acción" de forma equilibrada; si bien hay más tiempo libre, lo ideal es que sea administrado sanamente y, cuando no se logre, no castigarse, sino que se debe transitar de la culpa a la responsabilidad.

Sabemos que en la práctica puede resultar compleja nuestra propuesta, mas es importante que en nuestras casas le demos un sentido diferente a la "nueva normalidad" y podamos vivir de una forma algo más amable en un escenario de incertidumbre y miedo.

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